miércoles, 28 de marzo de 2007

Atisbo de libertad


Por fin, por fin, ¡por fin!
Es miércoles y eso significa que me puedo tocar la barriga todo lo que quiera y más hasta después de las vacaciones [que se prevéen, por cierto, bastante aburridas. Vuelvo a ser de las únicas que me quedo en casa]

Tengo pendiente explicar, así por encima, mi fin de semana de desconexión pura y dura.

Fiesta. Mucha fiesta hubo. Pero, eso sí, escasas horas de sueño.

Cuando llegamos el viernes y nos repartieron en las habitaciones del albergue aún estábamos algo amedrentados por el hecho de que éramos de los 'nuevos', la mayoría ya repetía en acudir a un encuentro de estudiantes y se conocían entre ellos.

Pero por la noche los gatos fueron los dueños de las calles y, no sé si por eso o por algo similar, todos nos concentramos en el albergue y, quieras o no, hicimos contactos ya. ¡Qué simpática la gente!

El sábado fue desfase total. En el cursillo durmiéndonos y por la noche con los ojos bien abiertos y gozándolo, que nos quedaban pocas horas de estar ahí y había que dejarse notar. Lo único malo fue la disputa el sábado a las siete de la mañana (nos habíamos 'acostado' a eso de las cinco), que nos despertó una amiga muy amiga porque decía que la hora se había adelantado y eran las ocho; mientras, el otro bando de la habitación, unos chicos a los que apenas conocíamos por aquel entonces, no nos tiraba almohadas porque no había y no tenían ganas de moverse y mantenía que nos habíamos fumado algo y que les dejáramos dormir de una puta vez, hostia puta ya.

Se nos hizo largo y corto a la vez. Extensos los días y efímero el fin de semana.

Mereció la pena y ya estamos deseando repetir.

Me fijé poco en la naturaleza pero era bonito el sitio. Sobretodo el aire. Ese sí que se puede respirar.

Hoy he hecho un examen de física horroroso. He metido parrafadas sin sentido y en los problemas he hecho mil cosas que luego no serán válidas. Me dedico una ovación. Era el último, si saco el protón de la cosa.

Esta tarde pienso no hacer nada de provecho. Y dormir mucho, mucho.

Una canción: Primavera del 87 [La Fuga, Mi Fuga]

Un libro a punto de engullir del todo: Luna Nueva.

Un sentimiento: Por fin, sosiego.

Yéndome a teatro, absolutámente sin ganas.

Esta noche, seguramente, giraré de nuevo la oxidada llave.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Primeras veces


Recuerdo... el primer recreo en la escuela primaria. Estaba totalmente eufórica. Era mayor... Recuerdo la sensación de salir al recreo y sentirme pequeña, sí, pero ya me había hecho mayor.
Recuerdo... el primer derrumbamiento delante de la gente, el primero que no pude evitar. Un incierto catorce de febrero en el que el amor no tuvo nada que ver. Aún sigue palpitando en mi piel como una herida abierta, en carne viva que, de momento, no acepta cicatrices.
Recuerdo... el primer 'TKM' internetizado. Lo recuerdo, pero no consigo recordar el primer te quiero que escucharon mis oídos. Aunque pueda imaginarme de quién fue...
Recuerdo... la primera vez que sentí la nieve resbalar por mi cara. Sonreía y tiritaba de frío. Pero sonreía.
Recuerdo... El primer relato medio-largo que conseguí acabar. Poca cosa, pero finalizado. Esas cartas no las voy a olvidar ni aunque quiera. A pesar de que las empezara a escribir en un intento en vano de desahogar mis penas y buscar descanso en el olvido.
Recuerdo...

Recuerdo que he de irme. Y que son demasiado recuerdos de primeras veces para soltarlos todos de golpe. Habrá segunda parte, algún día quizás.


***
Las Musas siguen insistiendo. Casi me braman, impertinentes, que les haga caso. Que no las deje ir.
Bien. Tengo poco aguante con ellas. Lo han conseguido.
He empezado a escribir. Pero, como siempre, tiene una parte mala. Empecé a escribir y a tejer la idea en mi cabeza pensando en alguien. Y eso no es buena señal.
Otra vez no. Por favor...
Más sueños rotos. Ilusiones que se quedan vacías porque, en realidad, no eran nada.
Endemoniadas Musas... Saben mi punto débil.
Pero seguiré escribiendo bajo su influjo, al menos hasta que dure. Su hechico me recorre; puedo sentirlo. Aunque quiera ignorarlo, lo voy a afrontar.
La historia se quedará a mitad, como las decenas que invaden mi carpeta. Pero un principio es más que nada.
Hoy ni siquiera pude ir a teatro. El martes no hubo Hockey y mañana tampoco. ¡Me voy a ahogar en casa! Esta semana no he hecho nada por las tardes.
En fin, me voy a seguir devorando aquel libro que me trae loca.
Sueñazos para todos, y evitad a las Musas si vienen con la mala intención con la que me abordan.

lunes, 19 de marzo de 2007

Charlando con mis ojeras...

Es lunes y ya estoy dead perdida. ¿Pero qué cojones me pasa últimamente? Me estoy empezando a preocupar de verdad por mí, y mira que eso me es difícil a veces...
No consigo recordar cosas inútiles, pero cosas que cualquiera con dos dedos de frente recordaría. Veo una cosa en la tele, y cuando quiero contarle a mi madre lo que he visto, se fue. Y no me acuerdo más. Me dicen algo y a los cinco minutos no sé ni con quién he hablado.

Y estoy segura de que ni me acordaría de lo que he desayunado esta mañana si no desayunara lo mismo todos los días [Será que la rutina no hace más que acompañarme]



Acabo de hacer la prueba, he pensado en lo que acabo de cenar y me ha costado, aunque he podido acordarme.




Joder, esto no es normal, dejando a un lado el hecho de que yo misma en sí no sea normal.
Quizás es la nueva droga que me tomo todas las mañanas para no andar como una zombi todo el día.



Hoy, a las siete de la tarde, ya me estaba quedando dormida encima del libro de Biología. ¿Por qué será que siempre es encima del libro de Biología?
Pero no sé de qué me sorprendo; ayer eran las tres de la madrugada y allí estaba yo, echando juramentos sobre mi insomnio y con los ojos bien abierticos. Con un par...

Me huelo que se avecina una anemia, pero eso sólo lo voy a saber yo [bueno y creo que ahora tú, simpático lector]






Otra cosa que me preocupa es el hecho de que hoy a las tres y media de la tarde ya estaba pringando como una idiota, y hasta las nueve no he parado. Ahora, "se supone" que estoy haciendo un trabajo de Educación Física [sí, soy mala en el puto fútbol y hago trabajicos para subir nota] Lo macanudo es que la única que me obliga a rebentarme la espalda soy yo. Ieeeeje...

Objetivo: Miércoles, ¡teatro! Válcula de escape, válvula de escapeee...

[Aún no he hablado de mi Tal y Tal, ¿verdad? Ya le dedicaré una buena entrada]

Mañana por fin vuelvo a entrenar. Hockey de nuevo.Qué ganas de descargar adrenalina, a pesar de que el tiempo se me venga encima, ahogándome de nuevo.


***

Ayer me volvieron a visitar las Musas. Después de mucho tiempo se acercaron, cautelosas, a susurrarme al oído. Pero soy incapaz de volver a escribir. No puedo. No... ¿quiero? Confío en que algún otro día mis dedos vuelvan a volar veloces sobre el teclado, transformando mi imaginación en palabras que de verdad valgan, no como las tonterías que publico aquí, delirios venidos directamente de mi enrevesada mente adolescente, que sin duda casi nadie lea y aburra a ese 'casi'. Pero, ahora mismo, lo veo tan difícil.


No tengo ganas ni de escribir, cosa que antes consideraba como una terapia.


¿Sabéis qué? Que me voy a leer. Dejo de estudiar y de hacer el condenado trabajo. Mañana será otro día... [día que estará azotado por el zierzo, a quien casi ya se le echaba en falta] Por cierto, también es el día en el que me voy a desprender del Lazarillo de una vez por todas. ¿Veis que positiva soy? Ya he sacado una cosa buena.


Así que me voy a devorar el libro que me tiene consumida, esperando que sea el único momento del día en el que me sienta libre.



...Madre mía; releo la entrada y parece que lo haya escrito una pastillera malhablada. Bueno, supongo que tiene que haber entradas de todo tipo. Hoy me siento así, y así queda marcado aquí. El único testigo de lo que me ronda todos los días, mi desván.


Menos mal que el fin de semana volaré del nido a perderme entre la montaña. ¡Casi puedo oler ya a naturaleza!

Muchas horas de sueño y descanso para todos...
[sí, las fantasías eróticas van incluídas]

Una canción que hoy no me he hartado de escuchar: Colgados del Tejado, de Encrudo.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Miércoles lunático

Hoy volví a ver La Sirenita, después de muchos años sin verla entera. Y me resultó curioso atender bien al contenido de la letra de las canciones, de pequeñurria, no debí prestar atención porque me han sorprendido. Pero, sin duda, me quedo con una.

Esta mismo que os voy a dejar aquí, una que cantaba por el pasillo de mi casa sin descanso, con bailes, entonaciones y todo, cuando me veía ocho veces a la semana la peli.



[Gracias Cian, mi mor, mor]

Y recalcar esta parte de la letra:

Eso no importa, te ves muy bien
No olvides que tu belleza es más que suficiente
Los hombres no te buscan si le hablas
No creo que los quieras aburrir
Allá arriba es preferido
Que las damas no conversen
A no ser que no te quieras divertir
Verás que no logras nada conversando
Al menos que lo pienses ahuyentar
Admirada tú serás si callada siempre estás
Sujeta bien tu lengua y triunfarás, Ariel

Eso me ha sorprendido sobre todo. ¡Vaya letra! Muy educativa. Pero, aún así, no deja de ser una de mis canciones favoritas. Sobre todo la parte en la que la bruja Úrsula utiliza un sarcasmo genial:

Úrsula: Lo que quiero es tu voz.

Ariel: ¿Mi voz?

Úrsula: ¿Qué comes que adivinas?

Casi me da un ataque de risa al escuchar la frase esta tarde. Sé que esta frase va a pasar a formar parte de mi repertorio. Da gusto volver a ver estas películas con otra mente, otro punto de vista, captando lo que solo los 'adultos' podían captar cuando a mí se me caía la baba delante de la televisión con la voz de Ariel.

Y esta canción me ha llegado [¿se nota mucho?] Seh, me van las malvadas. Será porque siempre me toca interpretar a una...

***

Y la semana sigue. Siguen los exámenes y los trabajos. Y sigue este enorme frenesí. De momento, voy a poder yo con él.

Novedad: la alergia da paso a un enframiento muy a tono ahora con la época de estudio. Eso solo me podría pasar a mí...

Así que ahora me iré a enterrar entre las mantas para ver si así el sueño me dura más. Y, por supuesto, me tomaré el famoso ¡Ibuprofeno!, para todo tipo de dolores, molestias y picores (dicho con voz de anuncio)

Como se puede observar, hoy me tocó día de desvaríos. Mejor eso que los lamentos que me invaden casi siempre que escribo. Además, hoy en teatro pude relajarme y tomarme un respiro, a pesar que no todos los ejercicios se me arrodillaran. En fin, ya conseguiré hacerme con ellos.

En el tren de: ¡Estudio, estudio, estudio!

...y Lazarillo.

Cosida a una canción: (bueno, en realidad a dos) Voy a hacer un hombre de ti, BSO Mulán [sí, Disney sigue conmigo]y De qué te ha servido, Barua.

Un sentimiento: Cansancio físico y mental.

Sin besos, hoy os deseo Sueños de papel y algodón...

[Soñadora Empedernida y algo idiota]

lunes, 12 de marzo de 2007

Quién dijo...

¿Quién dijo 'Qué dolor de vida'?
¿Quién fue? ¿Fuiste tú?
No recuerdo quién fue, pero ahora me estoy acordando de él minuto a minuto...

Se nota que ayer fue domingo. Su huella se ha quedado en el lunes grabada a fuego.
Me acosté, como de costumbre, a eso de las dos. Toda la casa dormía, y yo estudiaba con la mente en otra cosa, mientras se empezaban a hacer notar los ronquidos de mi hermano.

La mañana transcurrió tranquila, demostré lo patosa que soy y lo mal que se me da el basket en educación física y lo demás se me pasó volando.

Pero la tarde... Lo recuerdo y, de nuevo, se enciende el dolor.
Me eché una señora Siesta, de dos horitas, hasta que mi madre volvió. Hoy es su cumpleaños, y quise ser más pesada que de costumbre con ella, así que, a falta de otro regalo que está por llegar, la cansé a besos.

Cuando me senté a hacer deberes, estuve calculando las kilocalorías que me dan en un día. Siendo preocupante el resultado que me daba, lo repetí mil veces y mi madre aprovechó para echarme en cara que no había comido segundo plato.
No le reprocho nada, dice que a veces no como, y en parte tiene razón...

Cuando ya había pasado dos horas con la espalda encorvada y haciendo el trabajo del Lazarillo, que menos mal que su autor es anónimo que si no lo mencionaría en mis juramentos a diario, me sorprendí a mí misma deseando morirme y dejar todo sin hacer.
En serio, a poco me doy una bofetada mental. Siempre estoy luchando con las mentes que dicen que se quieren morir, sin apreciar lo que tienen, para que ahora lo diga yo.
Como otro sabio dijo alguna otra vez...
Vamos, no me jodas.

Así que a eso de las nueve y media me senté en la cama y me dejé ir otra vez. Me encerré en mí misma y estuve tentada de tirar el reloj y no mirarlo nunca más. Quise correr, de nuevo, quise huir. Pero no puedo. Estoy maniatada a la rutina. Sería tan inútil si la rutina me dejara... Tanto quejarme de ella y, seguro, que si me abandona, estaré perdida. Más perdida aún, quiero decir. Con la mirada fija en algún punto que escapa aun a mi percepción, comprendí que si estas semanas de exámenes y demás no acaban conmigo, lo hará mi espalda.
Dios, cómo me puede doler tanto la espalda...

Y volví en sí con el grito de la cena. Tuve que despegarme de mi mundo y asegurar bien el nudo del hilo que me sigue uniendo a él. Si un día lo dejo ir, yo también tendré que irme con él.
Casi mejor que dejara aparcada mi nube, porque, de nuevo, he empezado a pensar que todas las ilusiones y sueños que conservo nunca dejarán de ser eso, ilusiones y sueños... y me temo que, como este blog indica, todos rotos. Pero bueno, eso son cosas que merecen una entrada entera, y no quiero estropear esta, insulsa como la que más, con lamentaciones que estén fuera de lugar.

Ahora me encuentro aquí, aporreando el teclado como siempre cuando me desahogo. Tengo ganas de dormir, pero sé que mi insomnio me lo seguirá impidiendo en unas horas, haciendo que mis ojeras crezcan.

¿Qué me deparará el martes? A parte, claro, de más agotamiento y sueños acumulándose... Pronto no cabrán en el desván.

Un suspiro de esta Soñadora Empedernida.

PD: Y qué dolor de vida...

jueves, 8 de marzo de 2007

Acabado en "as"

[Foto de hace bastante tiempo]

Hoy, y todos los demás.
Por la igualdad de sexos ahora y siempre.

sábado, 3 de marzo de 2007

Junto al anochecer

Un sábado distinto.

De esos que recuerdo con cariño, sonriendo al evocarlo.
Porque mientras decenas de grupos subían y bajaban la cuesta del parque para hacer botellón, ahí estábamos nosotros, asomados a un mirador y contemplando como la noche se iba cerrando poco a poco encima de nosotros.
[Foto del paisaje que teníamos delante. Preciosa]

Lamentando que el paisaje estuviera salpicado de grúas y edificios dispares, nos quedamos por un momento en silencio, absorbidos por la imponente y relajante belleza de la poca naturaleza que teníamos a nuestro alcance.
Unos cuantos pinos, y carretera.
Pero ese cielo...
Con ese cielo se podía disculpar todo.

Soy una sensiblona, lo sé. Pero me es irresistible.

Así que, aprovechando la situación, saqué un viejo céntimo de mi bolso y lo fui posando en los labios de todo aquel que quisiera.
"Pide un deseo..."
Y lo han pedido.

Después, he tirado el céntimo todo lo lejos que he podido. Una monedita sin valor para algunos, pero con mucho valor para mí.
Cayó ladera abajo conteniendo los deseos [menos el mío, que me he abstenido de pedir nada], encerrando un secreto que solamente él sabrá.
Espero que no se cumpla lo que ha dicho Álex [mientras ambos pensábamos en pensamientos] y no sea comido por un zorro.



Así que cuando la magia del momento se había consumido, tuvimos que abandonar ese emblemático mirador, al que, seguramente, cada vez que nos acerquecemos rememoraremos ese momento.
Y ese cielo. Esa compañía.



Gracias por ese sábado distinto. La mejor terapia que pudiera necesitar.



***




Gracias, feo. Nuestro vicio.
Por ese encuentro furtivo en el paso de cebra.
¿En serio es quien creo que es?

...Cuando menos te lo esperas.
Espero que se repita, no quiero estar otros seis meses sin verte.





Me enfrento al cruel y despiadado domingo, ¿por qué me gustarán tan poco?

jueves, 1 de marzo de 2007

Vaya semana...

Aggg, qué rabia me corroe.
No puedo más. Esta semana va a acabar conmigo. Ella y el ordenador, que se empeña en encolerizarme minuto tras minuto.
Es Jueves y hace sol; mañana no tengo exámenes y los pajarillos cantan ahí fuera.
Y yo, para variar, me quedo vegetando en casa. Aunque creo que con mi estado de ánimo en estos momentos, no podría hacer muchas más cosas sin sacar de quicio a la gente.

Mañana jugamos otra vez partido de hockey; estoy segura de que nos volverán a vapulear, metiéndonos seis goles otra vez, o quizá más... No se puede jugar bien si la gente no se lo toma en serio.

Sencillamente, me quiero marchar bien lejos.
Hace mucho tiempo que lo pienso en mis momentos de bajón y ahora, acrecentado por los gritos que me acaba de dedicar muy gustosamente mi madre, se hace más intenso por momentos.
Irme...

Solo tengo ganas de llorar, pero me las guardaré hasta cuando me quede sola. No me soporto, no me soporto.
Un portazo... y las lágrimas comienzan a vencerme.
Me quiero ir.


[Una canción en la que encerrarme hoy: Abril, aunque nos acabemos de zambullir en el terrible Marzo.
Un sentimiento: Frustración.
Un deseo, en este mismo momento: ¿No ha quedado claro todavía?]



Esta noche, seguramente, volveré a girar la llave del desván.



EDITO [23:46]
El día no acabó del todo mal, hacer 'la tarea' y ver el vídeo de nuestra obra para el festival de teatro me relajó y, ahora, estoy mucho más calmada. Parece que el deseo de escaparme se ha apagado, pero sin duda sé que volverá.

A veces pienso... pienso que qué pasaría si pudiera refugiarme en Neverland. Así podría tirar el reloj de una vez por todas. Cómo me gustaría volar una noche hacia allí, sin importarme el riesgo de caer si miro abajo, pensar si me echarán de menos o no, creer que...
Pero, desgraciadamente, mi toque de queda se consume y el tic-tac del reloj me martillea.

Mañana viernes, espero que mejore a los días precedentes... Lo bueno es que tendré otras veinticuatro horas para soñar.