domingo, 1 de abril de 2007

Las vueltas que da la vida

Porque no estoy a la altura ni de los domingos, como este; ésos que tanto odio y anhelo si me faltan...


Y las vueltas que da la vida. Vuelvas que crees que es lo que más has deseado pero que te das cuenta que es lo peor que ha podido ocurrir.

Y, de nuevo, sufro porque la rutina se me escapa. ¡Tanto despotricar de ella para que luego la añore e intente aferrarme a ella sin remedio!


Sin salida...


Esta vuelta me ha dejado en un lugar inoportuno, lleno de tormentos que impiden que quiera que mis párpados echen el cierre a mi consciencia.


Pasé de no comerme un colín a romper corazones
y amistades.



Y amistades...





Y me odio. Puede sonar extremo, pero tan solo es la maldita verdad.



Me odio por no haber sabido llevar la situación de otra manera mejor. Sin hacer daño.



Pero, ¿de qué me sorprendo? Si no hago otra cosa más que hacer daño. Nada menos, pero sí nada más...




[ · tengo, en vez de manos, cuchillos afilados que sólo hacen daño... · ]


Me siento Eduarda. Aunque el auténtico no provocaba lo que provoco yo. El auténtico no lloraba inútilemente como lo hago yo. El auténtico sigue ayudando a la gente...

Pero yo no.


De nuevo, es Tiempo el que tiene que ayudarme. Aunque ojalá pudiera, cobardemente, pedirle ayuda a Distancia. Sería lo mejor para todos. Pero Fortuna no está de acuerdo en que Distancia se ponga de mi lado.
Lo afrontaré. Es lo único que puedo hacer que entre dentro de lo que yo misma exijo.


Eso o meterme a monja.


[¿De qué quejarme si siembro lo que recojo? Tan solo oscuridad ven mis ojos. La negrura que invade de nuevo mi alma devasta lo poco de dulzura que me quedaba. Me planteo si debo seguir adelante o cambiar totalmente, quizás con el hechizco de algún hada... Aunque ni siquiera adquiriría aguante. Me siento impotente ante tal torbellino, que de lo nuevo que es me recuerda lo que he sido. Y, sí, también que el cambio deseaba. ¿Para qué? Para permanecer aplastada, en un rincón agazapada. Sin abrazo alguno que me de calor, sin brillo de esperanza que me anime a ver el sol. Sin respeto por mí misma, repugnándome, sin ser capaz de dejar la cobardía.

Y ya no me queda más que continuar escondida, intentando huir de las ganas de marcharme. Sin ser consciente de que la Soledad no conseguiría ignorarme.
Es la tristeza dispar la que me incita a rimar...]
Fdo: La cúspide un problema desastroso...
PD: Ningún Te Quiero ha sido en vano. Dudo que lo leas, pero piensa que esta entrada es por ti. Porque mis te quiero's son sinceros.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo he leido. Muchas gracias por esta entrada.Bueno, solo que sepas que si tus "te quiero" son sinceros, los mios me salen de muy adentro.
No se, tienes algo, no se el que pero algo tienes, algo que te hace especial...
Y que eres una de las mejores personas que han intervenido en mi vida, y que nunca me has jodido para nada y, aunque quisieras hacerlo, no podrias.
No cambies nunca ^^