lunes, 10 de diciembre de 2007

Odio sentir este silencio que me impide concentrarme en lo que tendría que concentrarme. No sé si son peores las frustraciones desnudas y amparadas en gritos o la tensión que me espera al doblar la esquina del pasillo, al palpar ese silencio que astilla mi estabilidad, al chocarme con esas miradas que, como dijo en su día Clarín, abofetean.
Creo que prefiero los gritos, aunque tal vez mi elección viene dada por la falta de éstos, porque es la tensión la que atenaza ahora.
Odio sus abrazos ahora mismo, porque están lejos, porque me hacen falta. La ausencia de concentración, el desconcierto, provoca que mi mente sucumba y surque esa sonrisa que me desconcentra aún más si cabe. No entiendo cómo el silencio puede llenarse tanto de su recuerdo y seguir siendo, complejamente, silencio. Será que no lo sigue siendo, será que se metamorfosea de silencio a compañía por el mero hecho de rememorarlo.
Al menos me queda aferrarme a las palabras aquí y ahora, porque son las suyas las que construyen mundos que tienen el cartel de Abierto. Porque son las suyas las que noto más cerca, a pesar de la distancia, a pesar de que ahora necesite su pecho.
Cuando la Soledad me coge la mano es cuando más anhelo esos brazos. Porque viene cuando estoy sola para recordarme que estoy sola en este mismo momento. Para susurrarme con dulce e intensa malicia que debo agarrarme a la consciencia que me deja. Al fin y al cabo no es tan mala, tan solo intenta hacerme compañía.
Igual quiere decirme que debería intentar concentrarme en lugar de pensarle tanto. Quizás deba hacerle caso, pero en su justa medida.

2 comentarios:

Trid dijo...

Como tu dices, quizá debas de hacerle caso, ¿pero hoy en día quién hace caso a quién?

Concentrarse: palabra sencilla, palabra de fácil recuerdo pero difícil en hacer que se cumpla.
Concentrarse, ¿quién se puede concentrar cuando uno tiene pájaros en la cabeza?
Me temo que nadie, o quizá la persona que menos uno se espera, quien sabe, quien sabrá.


Odio mis momentos filosóficos o los momentos que sean porque digo todo de corazón, puta curselería..... -____-


Bueno sigo apesar de todo. La soledad nuestra mejor acompañante cuando te sientes mal y esos momentos que ahora en este tiempo se le llamaría momentos emos, pero luego cuando cambien las tendencias, ¿cómo se llamará? Y vuelvo a decir, quien sabe y quien sabrá.

Soledad y sus significados:
soledad. (Del lat. solĭtas, -ātis). f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía. || 2. Lugar desierto, o tierra no habitada. || 3. Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo. || 4. Tonada andaluza de carácter melancólico, en compás de tres por ocho. || 5. Copla que se canta con esta música. || 6. Danza que se baila con ella.

Ya ves. xDDD


Bueno la soledad siempre está y estará con nosotros por mucho que no queramos. Así que tendremos que aprender a convivir con ella.

Y te dejo ya, no quiero que mis paranoias hagan de esto un comentario largo.


Un beso, de una chica que carece de sonrisas.


Te quiéh.

Yuki Ashura dijo...

Quizás debieras entender la soledad desde otra perspectiva...

Soledad es compañía, compañía de uno mismo, lo cual contradice el significado literal de esa palabra.

A pesar de todo... Estar aparentemente sola en una habitación con pestillo no implica soledad.

De lo contrario yo me sentiría sola, y de hecho, lo estaría. Pero tú y yo sabemos que no es así... Que la distancia es mucho más frágil que nosotros.


And that's all =D

Un beso, preciosa ^^