miércoles, 3 de septiembre de 2008

El sol que nos brinda su luz sin apenas darse cuenta. ¿Y si lo supiera? La calidez del momento. El calor acumulado. Los deseos que se escriben en la piel procurando no dejar un reguero sangrante de palabras. Qué más da, si son deseos, y son ahora, justo... justo ahora. El aumento considerable de temperatura. El tacto que enloquece los sentidos a la mínima, la traición más absurda de la razón. Ahora, justo ahora. Te quiero ahora. Se apaga el sonido. Únicamente la respiración entrecortada, los suspiros que se alargan y se erizan, al mismo tiempo. La lentitud que enciende el alma, poco a poco, muy lentamente. Dejo de ser yo. Soy parte de ti. Las palabras sinuosas que se cuelan en el ambiente. Así, así, justo ahora. Todo, o casi todo, huye veloz de mi mente mientras aumenta todo. Tu sonrisa a dos centímetros de mis labios. ¿La atrapo? Los latidos. El ansia. Las manos, que quieren abarcarlo todo. El silencio. Todo grita por dentro. Creo que esto es perfecto... Me siento perfecta, completa. Justo ahora.

Cuando no hay horas ni relojes, ¿qué más dan los quejidos del tiempo? Cuando estoy en mi refugio, cuando vuelo, qué más da lo que me espere afuera. La lluvia, el hambre, los domingos. Si estoy contigo.

2 comentarios:

Yuki Ashura dijo...

Elenafallinginlove~~~~

Anónimo dijo...

Uuuh...
Bonito, bonito. Y más que eso :)