domingo, 28 de diciembre de 2008

De vez en cuando me veo enloquecida por lo absurdo que albergo yo misma dentro. Y todo se reduce a mi colcha azul, mis piernas cruzadas y el portátil sobre ellas mientras apoyo mal la espalda en la pared. Me veo capaz de deshacer mi alma en minúsculos pedazos que se eleven y se marchen de aquí.

Echo de menos lo que no he tenido nunca. Son como ideas, cuando estoy disfrutando del placer de quedarme dormida, y no sé si vivo o estoy muriendo o amo o pienso o qué, pero estoy ahí, y mil palabras me surcan la mente. Intento tejerlas y me parece maravilloso lo que consigo. Al día siguiente no son más que polvo y me abruma la calidad de mi sinsentido.

Desnuda y con frío avanzo, dolorida e inerme, como a trompicones, venciendo barreras invencibles que estrujan mis pensamientos, que me sacan brillo a pesar del miedo a tener miedo; suspirando cuando me doy cuenta de que en realidad soy yo en pijama, delante de mi espejo, recién levantada. Me creo mundos que no soy capaz de sostener. Que acaban siendo motitas que se mueven dentro del rayo de luz, lentamente, sin levantar sospechas.

Me veo enloquecida al releerme, pero pienso que si temo es que de alguna manera sigo cuerda, porque dicen que miedo es lo que no tienen los locos. Antes disfrutaba, me reinventaba a mí misma, escribiendo. Ahora si temo es por la creatividad que me recorría no hace mucho, por que no vuelva nunca más.

Ahora si escribo acabo por pensar que no escribo, sino que junto palabras que forman frases, pero nada más. No veo ni chispa ni magia ni polvo de estrellas en mis líneas. Y lo curioso es que no siento dolor por esta dejadez austera a la que me abandono cada vez con más frecuencia.

Es como una idea... Que no ha estado nunca ahí, ni la he sentido jamás, ni siquiera la he soñado ni la he hecho resbalar entre mis dedos cuando no sé si vivo o estoy muriendo o qué, pero que de algún modo existe sin que yo lo sepa, y eso provoca que la eche de menos a pesar de que jamás la he tenido.

4 comentarios:

R dijo...

¿No se te ha pasado por la cabeza, que lo que realmente te está pasando, es que te has vuelto un poco más autocrítica, y te exiges más sin saberlo? Igual tu inconsciente tiene algo que ver.
Yo no creo que hayas perdido la magia, ni mucho menos.

Y me mantendré 100 años a la espera de tu primer libro, si es necesario.

Un beso.

Punto y aparte dijo...

Pues menos mal que no escribes ya XD
yo tambien me voy a pasar ams por aqui, el mio es un blog nuevecito que acaba de nacer y lo tengo compartido, por loq ue veo el tuyo ya tiene sus añitos jajaj me va a costar mas leerlo
un besazo ^^

Anónimo dijo...

Bah,menudas tonterías.(Mas bien,no tan menudas.)
Para mí no has perdido nada,nada de magia.
Tus palabras siguen provocando en mí ese estremecimiento tan...no sé,especial? (bueno,vale,no te conozco,pero conozco tus palabras,que en este caso es suficiente...creo.)
Sé que no te va a bastar con mi opinión,ni con las de más personas, generalizando lo evidente (que tus textos no causan algo ahí dentro,sí.) pero es bueno saberlo,¿no crees?
En fín,aquí te dejo =)

Un saludo,Soñadora

Soñadora Empedernida dijo...

Ya me permitirás la indiscrección, pero a cada comentario me muero más de ganas de que te descubras y poder hablar contigo con más fluidez.


Sigues siendo un delicioso soplo de aliento para este desván y para la desorientada dueña.
Y te lo agradezco.
La magia la ponéis vosotros con vuestros comentarios.

Gracias.