martes, 22 de septiembre de 2009

Cuando nadie le vea, tal vez, delineará líneas, todas curvas, para escapar del riguroso trabajo y diseñar, diseñar como siempre, pero diseñar mundos imposibles concurridos de ideas, de cuentas matemáticas... de serotonina.

Sé que a pesar de su alma científica y preguntona querrá soñar porque sueña tanto como yo, o más, o menos, no sé, pero sueña. También se entristece, y me pilla un poco con la guardia baja, porque estoy acostumbrada a que sean mis palabras las grises y no las suyas. Pero me agrada sentirme parte de su posible consuelo, cuando dice que quiere que hablemos, como vía de escape, o como una conversación nocturna más, antes de que nos eche mi madre, o su hermana, o la somnolencia de que mañana nos espera un día más.

No sé por qué llevo unos días pensando en regalarte un par de palabras. O algunas más. Porque me gusta verlo por aquí y que insista en que escriba, porque percibo que intuye por qué hace tanto que no escribo. Escribo para mí, para muchas personas, pero también para dicho delineante soñador que me insiste y me saca los colores.


Por esos pequeños detalles. Para un arquitecto. O un proyecto de. Me debes muchas almendras, que te quede claro.

4 comentarios:

Empty Zone dijo...

Me has regalado algo más que un par de palabras con esta entrada.






Quiero hablar contigo. Esta vez porque lo echo de menos.

Angela Domi dijo...

Gracias, gracias por escribir esto, me ha aencantado de verdad.

He estado un poco perdida(en todos los sentidos) pero estas cosas me dan las ganas de escribir y leer...Y para todo en mi vida en general.

Gracias.

Dew

Anónima :) dijo...

Gracias!!!

Cómo lo echaba de menos. Leerte es uno de los mejores remedios, remedios a cualquier mal por pequeño que sea.

Te echaba de menos ^^
Besos!

Soñadora Empedernida dijo...

Mi pequeña anónima :) Eres demasiado importante ya por aquí!