miércoles, 7 de octubre de 2009

-Pero poco, ¿verdad?
-Sí. Bueno, sí. De vez en cuando, es que si sangrara mucho no seguiría viva. Pero no remite, es constante este río de atardecer refulgente.

Silencio. La sonrisa de ella, la más mayor, una sonrisa gris pero tranquilizadora. Como de fotografía antigua. Ella, ahora más joven, más en paz... más dueña de sí misma. Descorazonadoramente irónico. Y luego estaba la pequeña. Preocupada, nerviosa, nostálgica, con el brillo en los ojos de una fuga próxima de agua y sal.

-Aunque tampoco me importa mucho que me sangre. Me preocuparía que no lo hiciera. Me entiendes, ¿verdad? Dime que sí, dime que sí, por favor...
-No te preocupes. Si sangra o no es irrelevante. ¿De veras crees que me olvidarías si el dolor se cura? ¿En qué lugar me deja eso, señorita?

La pequeña sonrió. Le gustaban esas charlas nocturnas, de repente, con un poco de miedo al principio; pero luego la conocía como no la había conocido antes, y parecía que se le aplanaban un poquito las arrugas del alma. Pero era engañoso: cuando se marchaba, volvían a crearse para que tropezaran con ellas sus lágrimas cuando recordara su nueva marcha.

No se preocupaba en comprender por qué ocurría y por qué venía unas noches sí y otras no. Por el día la sentía en el viento de otoño y recordaba el invierno que se la llevó. A escasos días de estrenar el verde enamoradizo de la primavera, el invierno firmó la sentencia en silencio, con un fondo de luz artificial y el constante sonido de la respiración antinatural. A pesar de las visitas, rememoraba a menudo el último día y cómo se durmió sin apenas darse cuenta. Cómo se marchó la otra, la pequeña, de la habitación sin hacer ruido para no molestarla.

-No quiero que te marches. No te marches.
-No seas tonta. ¿Cómo podría quedarme? Sería una auténtica locura. Ya no tengo hueco aquí, me fui y... No te angusties. Sé que lloras más que por ti por ellos. También los vigilo, no te preocupes, los vigilo y ansío tocarlos, sobre todo cuando los veo llorar en silencio. Quiero que les hagas ver a través de ti y que puedan sentirme, ¿está bien? ¿Lo harás?
-Claro. Si puedo, sí. Si... si sé.
-Claro que podrás.

Miraron un instante la ausencia de la luna en el cielo triste de un primer piso de una zona urbanizada. Deseó volver atrás, hacer lo que sea. Todos menos el final. Lo deseó la pequeña, claro, la otra seguía completamente serena. Como satisfecha y apenada a partes iguales, a sabiendas que debía volver pero teniendo en cuenta que este no dejaría de ser su hogar nunca.

-He de irme. No sufras, no me des trabajo y que tenga que venir a calmarte en sueños. Deja que pueda venir a arroparte sin más. ¿Está bien?
-Vuelve. Cuando puedas, en cuanto puedas.
-Claro.
-Vuelve, abuela.


Y tecleó sollozando al día siguiente sus fantasías, volcando la intuición de verla de repente aparecer detrás de una esquina, esquizofrénica visión, y recordando el sonido de su voz para que no lo borre la ceniza del tiempo en su mente. Volviendo a llorar, habiendo roto el dolor que permanece dormido pero que no es maligno. Simplemente está, ahí. Y vuelve.

Te echo de menos.

5 comentarios:

M dijo...

Oh qué lindo :)

Anónima dijo...

Me encanta, me encanta de verdad *-*
Además hace unos días esa fecha tan importante volvió...
Hay algunas veces, que pienso que me espías y escribes lo que me pasa xD



Y en cuanto a esto...

Ay, Anónima. Tu infinito cariño y tus halagos me hacen querer saber quién eres!

Para cuándo una crítica? XD


1. Lo de saber quién soy... bueno, te doy una pista: no me conoces xD bueno, me conoces de aquí, de mis mensajes anónimos (aunque casi parece que ya no son tan anónimos).
2. La crítica, para cuando un meteorito alcance mi casa ^^

Trid dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Trid dijo...

Creo que ella también te echará de menos.
Temo cuando hablo de que a veces te rompas en dos.

Porque es como si leyera a través de un cristal lo que sientes.

Ya sabes que ella siempre volará alto ¿no?
:)


(LL) Sabes lo que significa no? :)

Empty Zone dijo...

Ya te vale, que yo soy duro y me pones sentimental...


Ya te vale Elena, ya te vale.