lunes, 12 de agosto de 2013

Hay heridas que nunca cierran completamente. Pero siempre queda la opción de aceptarlas y volver a caminar con ellas. No digo que debamos acostumbrarnos a las punzadas de dolor que de vez en cuando nos asaltan; digo que no debemos empecinarnos en que un dolor no existe cuando su eco permanece a pesar de todo. Por ello, queda seguir adelante. Siempre seguir adelante.

1 comentario:

Elly dijo...

Es una discusión que a menudo tengo con el mundo.

Tengo fama de buscarme problemas (sentimentales, quiero decir) y darme mal por gente que no la merece (eso dicen).

Sin embargo, en un sentido amplio, me encanta esa punzada de dolor, porque me hace recordar que no siempre está ahí y que la mayor parte del tiempo puedo seguir caminando sin problemas.

Un saludo ;)