jueves, 6 de noviembre de 2014

Donde ahora te veo tumbado.


Eres luz, que va llenando 
cada espacio hueco que se va encontrando. 
Eres luz, que va despertándome 
con fonemas sordos de un lenguaje extraño.


Misterio, camina despacio. 
Te regalo el sonido del mar. 
Libre, desnuda de mí hasta los huesos 
de la única forma en la que seguirás.


Luciendo, en la oscura caverna del pecho,
donde guardo mis tratados de paz.
Caótica, destruyes montañas de fuego.
Explosiones que barren la sal.

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