Soy una romántica empedernida y además una cuentacuentos que está algo loca -difícil combinación-. De esas que esperan besos de cristal que no se rompan nunca, y atardeceres de película en los que, se supone, el corazón late con fuerza. De esas que inventan historias que se hacen imágenes en su mente y acaba viviendo su propia película. De esas despistadas y que a veces se comportan de manera extraña, como si no fueran ellas. De esas que sorprenden un viernes noche porque se ha pintado los ojos y ya no lleva botas de montaña. De esas que son conscientes de que también pueden ser una mujer cuando ellas quieran. De esas que, en general, prefieren ser una niña. De esas que juegan al amor y se estrellan con los revoloteos en su estómago.
De esas románticas, cuentacuentos y locas. Que a veces se sienten especiales y otras la mujer más corriente del mundo. ¿Mujer? Bueno, lo que sea. Persona. Personaje. Cuento. Vida.
De esas románticas, cuentacuentos y locas. Que a veces se sienten especiales y otras la mujer más corriente del mundo. ¿Mujer? Bueno, lo que sea. Persona. Personaje. Cuento. Vida.