viernes, 27 de febrero de 2015

A veces el abuelo Damián vuelve a sus libros viejos y olvidados y respira la juventud de otro tiempo, la inquietud por las páginas en blanco y suelta una lágrima sin que nadie lo vea para que todos sigan creyendo que no echa de menos el pasado.

domingo, 8 de febrero de 2015

Que no te has ido y que te tengo cerca, parte II.

Todo sería mucho más fácil si las duchas de agua caliente pudieran ser eternas, si el descanso que encuentro en ellas pudiera alargarse más allá del vaho en el espejo del baño y me pudiera acompañar siempre esa sensación de defensa engañosamente imperturbable.

Si ayer pensaba que es bueno saber que no me he ido y me tengo cerca, y volvía a esa parte de mí que siempre permanece a pesar de todo lo que pase a mi alrededor, esa parte que no desaparecerá nunca, hoy el agua caliente me ha hecho ver que en parte estaba equivocada. O, al menos, que no iba del todo bien encaminada.

Estoy orgullosa de quién soy, orgullosa de haber recuperado una identidad perdida por creer que el amor era descuidar la propia esencia como sacrificio ante la inactividad de la otra persona. Me perdí, y me encontré meses después segura y consciente de que no iba a permitir que volviera a ocurrirme nada parecido. Creé unas defensas tan infranqueables que incluso comencé a sospechas que no me iban a dejar amar a nadie de una manera honesta y sana nunca como mera medida de protección.

Hoy notaba en mi piel la quemazón del agua hirviendo y mientras repartía el calor por todo mi cuerpo y tarareaba devastada la canción que estaba escuchando, he pensado en lo que han cambiado mis cimientos y me he sentido idiota por pensar que todo ello lo había conseguido yo sola.

Noto que soy diferente, más segura y más fuerte, que me rehice y me mantengo, y que puedo pisar firme sobre el suelo y no desequilibrarme porque ahora mi construcción es más sólida. Sin embargo, al segundo he dado con la parte de la ecuación que sin duda me faltaba y la he guardado en silencio dentro de mí, donde tampoco quiero que desaparezca.

Si mis cimientos son más fuertes, son porque tú eres el cemento que los ha mantenido unidos estos meses con paciencia y dedicación.

A veces tengo que recordarme que no me he ido y me tengo cerca, pero hoy he preferido pensar que no quiero que te vayas, y que quiero tenerte cerca.

sábado, 7 de febrero de 2015

Que no te has ido y que te tengo cerca.

La que canta en la ducha, la que decide cómo perdonar, la que se refugia en sí misma, la que repasa mentalmente su día...

Hay una parte de mí de la que nunca me desharé, aunque haya veces que pueda llegar a desearlo. Un apartado inherente y vivo las veinticuatro horas del día.

Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.

viernes, 6 de febrero de 2015

Andrea Camilleri dijo que, al igual que el bailarían, o el actor, o el cantante, entrena y se ejercita para mantener su arte lustrosa y medrar, ¿por qué no debe hacerlo un escritor? A pesar del talento o los golpes de suerte, la constancia debe ser también un ingrediente en cualquier camino.

Hoy vuelvo a casa pensando que podría acostumbrarme al ruido de las teclas. Y, cuando abro esto y tecleo, el sonido me calma de alguna manera instantánea y recóndita que está surgiendo en mí en las últimas semanas.