¿Qué está pasando con el tiempo?
Buceo entre las posibilidades que me han brindado todas las esquinas en las que he descansado estas últimas seis semanas. Es curioso el tiempo. Toma tantas formas diferentes y nos negamos a admitir que cada una de ellas depende únicamente de nosotros mismos.
Escribo por convicción aunque por suerte no es por inercia. Hay tantas cosas a las que puedo estar agradecida que les dedicaría renglones eternos si no sintiera este agotamiento emocional tan extraño. Pero no le tengo miedo; eso es lo bueno.