martes, 29 de mayo de 2007

Contágiate de mi sonrisa; exprímela, muérdela, hasta quedarte con la última gota de mis exhaustos labios.
Empápate de mi ilusión; moja tu percepción en mi forma de mirar, ahógate en el océano de mis palabras sin sentido, sumérjete en la manera de mantenerme atada a ti.
Enférmate de mi seriedad; esgrime frases capaces de sacarme de ella, pide a gritos que te devuelva a la vida con un efímero e intenso chispazo.
Embriágate de mi cuerpo; recórrelo sin aliento centímetro a centímetro, vaga por mi piel palpitante, suplicando ser arrancada.
Susúrrate mis palabras encendidas en lamentos; chilla en sueños mi nombre y contémplame a tu lado al despertar turbado.
Recuérdate que debes recordarme; quédate con mi figura, con mi paso vacilante perdiéndose entre las brumas de tu subconsciente.

Pero... hazlo ya. Memoriza, memorízame. Porque hoy será el primer día en que mi imagen se convertirá en recuerdo.
Aunque el viento seguirá soplando...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Primer.....