Con la sensación de que me dejo mil cosas, o quizá no tantas, pero sin el menor interés en ponerme a pensar qué me puedo estar dejando. La maleta ya está hecha, esperando a que venza la última prueba, la de cerrarla. Creo que por aquí todos están nerviosos menos yo. Tal vez cuando esté sentada en el asiento del avión, tranquilizando a los intranquilos, me dé cuenta de que me marcho y que esta ocasión no se va a volver a repetir.
Estoy segura de que en ese momento, en el momento de estar sentada y en calma, recordaré lo que me he dejado. Aunque intentaré no darle importancia, al fin y al cabo los días pasan como siempre y lo que me haya dejado estará aquí.
Además, si echo de menos lo que no puedo llevarme a pesar de que me haya acordado de hacerlo, puedo cerrar los ojos y recordar cómo olía él mi pelo, sintiendo su nariz curioseando entre mis cabellos. Tal vez el cierzo, este zierzo rebelde y revoltoso, me traiga parte de él. Y pueda pasearlo por todas esas calles desnudas que aguardan a que las cubra con mis ojos.
Si lo echo de menos lo sentiré conmigo, dentro de mí, manteniendo su imagen fresca en mis pensamientos hasta que pueda tocarla mi mirada.
Me marcho. Dicen que esto va a ser irrepetible y que lo recordaremos toda nuestra vida. Yo no lo sé, aún no puedo decirlo.
Abrázame fuerte, tu olor me tiene que durar cinco días.
5 comentarios:
Es un texto precioso... Ademas me identifico con el... no es algo que me haya pasado, es algo que me va a pasar y realmente me gusto! ^^ bueno soy nuevo por estos lugares y acabo de inaugurar mi blog ^^
me pasare por aqui para leerte siempre que publiques
un abrazo
En realidad ya estoy ahí, pequeña.
De una manera un tanto volátil, pero estoy.
=)
Disfruta, el mundo tiene color! =)
Gracias por escribir. Hacen falta más palabras bonitas en la red.
Tengo que entrar a clase y no puedo decir realmente la forma en la que han dañado mi sensibilidad tus palabras, sin duda escribes muy bien, me arrodillo ante ti :P
A ver si te nos leemos mas ^^
Bss
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