domingo, 19 de septiembre de 2010

Debo centrarme en vivir, que es lo que más me gusta. Sin embargo, no puedo evitar pensar en lo difícil que se me está haciendo tener el hogar lejos y no ser capaz de hacerme uno de reserva que le dé de comer a mi alma en los momentos de desazón. La filosofía que aplico en estos momentos es la de la calma, y la de esperar, pacientemente, a que vaya tomándole cariño a ese otro sitio que ahora sólo se me antoja como el causante de la lejanía.

Ha sido un paso de gigante, y mis piernas estaban acostumbradas a caminar a pasitos cortos, sinuosos, sin mucha más trascendencia. Pero ahora es distinto, ahora estoy sola porque así lo he elegido, porque así lo he creído necesario para, por fin, hacer algo que me gusta. A ratos me embarga la esperanza y a otros la más profunda tristeza. Es algo de lo que no me puedo evadir, pero que intento trabajar para no ver los días getafenses tan grises y llenos de cuchillas. Hay momentos para todo, y espero que los buenos sigan creciendo para que no se me haga tan complicada la llegada del gran gigante de hierro que me monta en sus cuatro ruedas para volver a la capital.

A veces me siento asustada, y es entonces cuando el nudo en la garganta se me hace más grueso. No obstante, suspiro y me armo de valor. Me he enfrentado a otras batallas, y todas me han hecho más fuerte. Puedo sobrevivir a una más...

2 comentarios:

Miaka dijo...

hola! pues se que es eso, pero hay que acostumbrarse a avanza a pasos grandes, si no luego te quedas atrás y tendrás la sensación de que no has echo todo lo que has podido, que te has quedado a la mitad, aunque te duela y tengas ganas de llorar nunca te rindas, que las cosas si te esfuerzas te irán bien sin pensarlo!
la canción era de Danza invisible, el fin del verano, una canción bastante antigua jeje
Un saludo y gracias por pasarte!

Euforia dijo...

Sí, todas las batallas nos endurecen tanto por dentro como por fuera... Y si ésta es de las más difíciles, más enriquecida saldrás al final :) Cuando te sientas perdida recuerda por qué estás allí.

Mucha mucha suerte.

Un besazo enorme!