viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Que por qué no te hablo y evito mirarte a los ojos? No es porque te odie o pretenda que tú hagas lo mismo conmigo. En realidad lo que menos deseo es que me odies o dejes de mirarme a escondidas porque temes que te descubra y te queme la vida desde mis propias pupilas. El tiempo pasa demasiado despacio cuando te tengo cerca, cuando te observo intentar acercarte para acortar el espacio de tensión que nos separa. ¿Que qué has hecho mal?

Que no eres mío, que no te tengo y sé que no te voy a tener nunca. Porque te conocí siendo ya de otra y eso no va a cambiar. Porque tengo que luchar con eso a cada minuto mientras te sigo queriendo en silencio, haciéndote creer que te odio, cuando todo lo que pretendo desde que me levanto es cruzarme contigo. Rozarte, levemente, y pedirte disculpas con voz cortante. Para que pienses -sin ninguna duda, por favor- que jamás voy a ser capaz de quererte.

4 comentarios:

Sam dijo...

esto es demasiado precioso

Soñadora Empedernida dijo...

Inspirado en el visionado una vez más de Love Actually :)

Gracias, sam.

Anónimo dijo...

Me trae muchos recuerdos venir de nuevo por aquí, de repente me acordé de tí mientras desayunaba en el salón..
Veo que tú nunca cambies, siempre sublime, siempre precioso.
Un saludo Soñadora.

Euforia dijo...

Sí... sé lo que eso :( Es incluso peor cuando esa otra es tu mejor amiga... sí, fue una historia complicada al principio. Cómo duele sentirte poca cosa, hacerte la fría cuando quiere abrazarle, y lo peor de todo: que él se sienta mal porque no entiende lo que sucede. Eso lo complica más.

Mucho ánimo, Soñadora :)

Un beso enorme