La que canta en la ducha, la que decide cómo perdonar, la que se refugia en sí misma, la que repasa mentalmente su día...
Hay una parte de mí de la que nunca me desharé, aunque haya veces que pueda llegar a desearlo. Un apartado inherente y vivo las veinticuatro horas del día.
Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.
1 comentario:
Porque a menudo lo que más cuenta es lo indecible.
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