martes, 25 de noviembre de 2008

Estoy muerta de sueño. Los párpados me piden un poco de tregua y me exponen su deseo de cubrir de negro a mis negras pupilas. Pero yo, sin embargo, me empeño en darles largas accionando el botón de mis pensamientos.

Y no pienso en el examen de mañana, ni en si podré o no dormir siesta para aguantar mejor la tarde; tampoco pienso siquiera en a qué se debe el silencio esta vez de papá, por qué se ha vuelto a encerrar en sí mismo y no deja entrar a nadie. Me ha dado por pensar en las huellas, y en cómo el mar acaba borrándolas por mucho que se empeñen en ser profundas. En que él, con su lengua salada, borra el camino.

Y otra vez estoy aquí. Hablando de caminos. Con la mesa llena de bolígrafos y apuntes dispares que se me antojan ahora el lenguaje de la esquizofrenia. Si estaré haciendo bien, y por qué estoy tan segura de que me estoy equivocando a cada paso. No obstante, me queda agarrarme a que si hay equivocación habrá lección, algo aprenderé, algo se adherirá a mi piel para tenerlo en cuenta más tarde.

Inmediatamente otro pensamiento clarea entre la negrura de este otro que pesa tanto en el dolor que tengo desde hace dos días en la parte derecha de la cabeza. Y es el de seguir, seguir con las pequeñas cosas, seguir escribiendo palabras que no me atrevo a enseñar y se quedan en los cuadernos viejos y que casi siempre hablan de él. Pensar en cuánto me gusta el polisíndeton y el asíndeton y en que abuso demasiado de ellos. Lo mismo que la adjetivación seductora. Reír de vez en cuando y reírme de mí misma.

Quedarme con esa luz, que a veces bizquea, pero que otras irrumpe con fuerza y me ayuda a no seguir andando a tientas y con el corazón amordazado. Ese rayo de luz que me da los buenos días, y está aquí conmigo ahora en la noche, y me llena de historias. De besos, de nervios, de miedo, de risas, de aliento.

2 comentarios:

Empty Zone dijo...

:)


Respira y desatate un poco de tantas mordazas. Creo que necesitas algo. No se el que, porque en tal caso te lo diria. Y no lo sabre, es lo que tiene la poca conexion que tenemos.
Te falta algo que no tienes para cambiar un pelin. Y no es saber si esos pasos que vas dando son los correctos.


Un abracin, fea.

Soñadora Empedernida dijo...

Quizás lo que me falte sea determinación, o decisión, o algo si no sinónimo parecido.
:)
De todas formas eso de cambiar un pelín no me ha gustado mucho.


Te lo puedes creer? Te contesto mientras me como el primer plato. El jueves te prometo un mail bien grande, señor Andy.



Gracias por comentar, me anima. ^^ Sobre todo ahora que has liquidado a itavel...
:(