domingo, 8 de febrero de 2009

En todos los rincones veo fantasías que no acaban. Me gusta pensar que hay aspectos inalcanzables que me pueden hacer crecer. Además, tengo esta capacidad innata -no sé si por suerte o por desacierto- de desenchufarme de la realidad sin más y disfrutarme a mí misma. Así es como camino y veo fantasías por todas partes. Las elijo, las esquivo, soy capaz de quedármelas y darles forma.

Leo por las noches desde que era pequeña. Pero había noches que prefería dejar el libro donde está siempre, a los pies de la cama, y cerrar los ojos para así crear mi propio libro. Y me apetecía de veras, me apetecía mucho. En mi mente se iban tejiendo deseos. Me veía a mí, o a ellos, o a ese él que nunca llegaba. Podría disfrutar verdaderamente de la manera más sencilla y barata que he conocido.

Pero también estaban los momentos de desaliento, de maldecirme por subir tan arriba y olvidarme a veces de que permanecía abajo. Esa sensación de estupidez que me recorría entonces. ¿Para qué hacía lo que hacía? Esa era la pregunta del millón. Pregunta que se respondía sola cuando mi rostro lo cubría una sonrisa de tranquilidad al volver a hacerlo. Lo mismo que me hacía caer me levantaba.

Y ahora... De vez en cuando pienso que me estoy dejando, que ya no lo hago tanto. Pero es incierto. Esa parte de la niñez más pura de momento no me ha abandonado y se lo agradezco. Sigo siendo capaz de abstraerme. Lo que sí sé es que ahora mezclo imágenes reales, o hago a los recuerdos ensoñaciones. Supongo que es porque ya no me hace falta pensarme tanto, porque ese él parece que sí llegó, porque ellos me duelen y los amo mucho más. Más cerca. ¿Se le puede llamar crecer? No sé, pero es lo que siento.

¿Que por qué escribo esto en lugar de conservarlo como un pensamiento más? Porque quiero recordármelo, quiero que lo sepáis, me gusta decirlo. Decir que sigo siendo irremediablemente una soñadora empedernida.

5 comentarios:

R dijo...

Por mucho que se mudure/crezca, siempre habrá una parte de "infantil" en nosotros, más o menos grande y escondido, pero está. Eso sí, no todos sabes utilizarla adecuadamente.

Anónimo dijo...

Conservar cosas así de la niñez es algo maravilloso ^^


Lo creas o no, reconforta poder volverte a leer (el señor Internet no siempre funciona como queremos)

Besazos, Soñadora :)

Kira dijo...

Yo aveces tambien dejo la realidad a un lado y me dedico a mi ensoñacion propia, a veces en el coche, en el bus, mientras veo como los diferente paisajes se quedan atras...

Es genial poder hacer eso, digamos, que es un pequeño placer de la vida.


Encantado de leerte, soñadora, tus textos como siempre, muy reveladores ^^

Ichi dijo...

Pues a mi me encantan las fantasías,
tampoco hacen daño a nadie, no?

Besos :)

Yonseca dijo...

Soñar es...

Soñar. Simplemente.

Simple y maravilloso a la vez.

...

Qué mono suena. Y qué putada es volver a la realidad, con sus exámenes y demás.

Suerte con ellos. Esperemos que Junio no tenga que esperarte.

Un abrazo, Soñadora