Disaster Room

lunes, 24 de febrero de 2014

Por lo bueno, por lo malo,

por demostrarme que el amor es un regalo,

por la palabra y el orgullo de la sangre,

por el simple milagro del beso que mata el hambre.

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Pequeños placeres

Las manzanas verdes. Las estaciones de tren y autobús. La sensación al acabar una buena película. El chocolate. Hablar en otros idiomas. Leer. Dormir con frío. El teatro. La brisa marina. Viajar. Los edificios abandonados. La arquitectura de los aeropuertos. Pompeya. Las historias que flotan en un vagón de metro. Ir al cine. Ensayo sobre la ceguera. Robert de Niro. El curry. El helado de mango. Kubrick. El Pirineo. Machu Picchu. Ángel González. Volver al hogar como si no hubiera pasado el tiempo. Irlanda. Las mentes abiertas. Eastwood. Un buen guión. Los dibujos que simplemente dicen algo. Una fotografía en el momento exacto. La sismología y el vulcanismo. La magia del ADN. Stonehenge. Las risas de los que me rodean. La tranquilidad. Determinados nerviosismos. Los tatuajes sutiles.