miércoles, 28 de noviembre de 2007

El Otoño me trae ganas de desgarrame la piel en llanto. De sofocar mis inquietudes gritando en mitad de un lugar que no roce los oídos de nadie, haciéndole saber al vacío que mi voz y la decisión de seguir prevalecen por muchos árboles e ilusiones que vayan quedando desnudos.
El zierzo que esta estación me trae corta mis labios y me ensancha el alma cuando me enervo porque sus susurros alborotan mi pelo de una manera incontrolable. Pero me acaricia la piel por debajo de las ropas que me protegen del frío, consiguiendo que me sienta suya y que arrastre la incertidumbre que está encadenada a mi tobillo izquierdo. Esa incertidumbre misma que regresa a mí cuando el viento se topa con la puerta y el calor gobierna mis mejillas y me incita a cambiarme rápidamente de ropa. Allá queda el cierzo, mi zierzo, colgado en el armario, en la puerta de la derecha, con el abrigo que me acompaña en las tardes de escapismo.
Contemplar el Otoño, sin disfrutarlo, me trae ganas de desgarrarme la piel en llanto. Y más aún si esa satisfacción también me es negada, si tengo que bajar los ojos de nuevo a esa hoja cuadriculada y olvidarme de que el Otoño toca en mi ventana con nudillos envejecidos pero fuertes, resistentes.
Es el silencio que apacigua las tardes - que no mis entrañas - el que se burla de mis anhelos de Otoño. Porque quiero por fin que me posea y salga al exterior en forma de surcos transparentes que tiemblen con la luz del atardecer. Que cumpla esas ganas.
Porque quiero gritar y no ser oída pero sí escuchada. Porque, de nuevo, necesito esconderme de esta prisión de obligaciones, de promesas a una misma que acaban por astillarse y clavarse debajo de mis uñas. Una tras otra. Esperando que con el dolor recuerde que esperan ser cumplidas.
Porque le pido a Otoño que venga y me desgarre la piel en llanto. Pero que me acune. Que me abrace mientras, a poder ser.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Porque, de nuevo, necesito esconderme de esta prisión de obligaciones...

Puedes esconderte, pero nunca escaparás del todo, es mejor dejar correr el tiempo, sólo así la dejarás de lado...=)


besos!
^^

Soñadora Empedernida dijo...

No es muy recomendado dejar correr el tiempo cuando es tiempo lo que te falta.
Lo que tengo que hacer es aprovecharlo.

Y necesitar esconderme pero no llegar a hacerlo. Aunque algún momento puntual... En fin.



¿Zel?

Gracias por leer.

Trid dijo...

"Diios voy a meterme en el blog de Elenucha para ver si ha actualizado"
¿Y que me encuentro?
Que ayer actualizaste y el 25 aussi y yo sin saberloo!! u_______U


El otoño es igual que la primavera pero en vez de nacer, mueren, qué contradictorio ¿verdad?
La primavera, bonita estación para ver todo tipo de jardín, parque...florido y verde muy verde.
El otoño, bonita estación para ver como el aire te congela por dentro, para ver como las ojas caen y poder pisarlas y oir el [i]cras![/i] de las hojas...
Para sentir como la lluvia en fría todo lo que tengas calentito... esa lluvia que te hace olvidar todos tus prejuicios... Esa lluvia que ahora tanto la añoramos....


Bueno no sé lo que he puesto, puede que haya delirado un poco....


Un beso y mañana nos vemos.


Por cierto, que no se te coman las hojas de E.F.

Trid dijo...

¬¬ Vaya con la cursiva.... -_____-

Anónimo dijo...

De gracias nada =)

Sí bueno, yo me entiendo, jej

Estoy de acuerdo en esconderme de vez en cuando...

Soñadora Empedernida dijo...

Siempre nos quedará Villa Viciosa, pequeña.^^

Un día tenemos que ir.