La noticia de que estaban vivos y que regresaban a su hogar había corrido por el mundo entero como la pólvora. Después de tres horribles meses creyéndolos muertos, insistiendo la compañía aérea y los medios de comunicación en la total desaparición de sus almas, resulta que se equivocaban. Que se equivocaban. Todos, o casi todos, pues hubo gente esperanzada y tachada de ilusa que todavía los esperaba con el corazón en un puño cada vez que veían en la noche parpadear las luces de un avión.
Seguían vivos, en algún lugar mágico y escondido del universo. Pero muchos de ellos habían sobrevivido y ahora volvían a casa.
Ella aguardaba impaciente, volcando su nerviosismo en retorcerse un mechón de cabello o en recitar una y otra vez las letras del abecedario. Lo echaba de menos. Había llorado su ausencia más de noventa noches y ahora por fin iba a poder hacerlo en su hombre. Porque lo maldeciría, por irse, marcharse con su amigo a Australia en ese viaje tan loco, por marcharse de esa manera, sin hacerlo del todo. Lo peor era ver cómo todos estaban matándolos dejándoselos al olvido; ya no el hecho de decir que habían muerto, sino aceptarlo. Ella jamás se aferró a esa idea.
Y ahora por fin iba a tocarlo. Apenas podía creer que todas sus lamentaciones no habían sido en vano; pensó en todos aquellos que siempre decían que del infierno no se volvía.
Empezó a levantarse revuelo y ella se puso en pie. Miró al horizonte y vio llegar el avión en el que regresaban. Desagradablemente irónico después de un accidente. Esperó al borde del desmayo mientras susurraba palabras de calma a sus latidos desbocados. Tan cerca. El avión aterrizó.
No les dejaron entrar en la pista, como es obvio. Tuvieron que esperar pegados al cristal para reconocer a sus familiares entre la muchedumbre de supervivientes: habían llegado noticias de que algunos habían perecido en la isla.
Después de unos segundos en los que se sucedió su vida varias veces, la gente comenzó a entrar. Entre lágrimas, locuras y miradas perdidas, el aeropuerto se convirtió en la copia más desafortunada y equívoca de un velatorio sin silencios. Vio en un súbito instante los ojos del amigo de él y corrió a su encuentro pensando que iban a estar sus brazos también dispuestos. No lo vio, y su amigo negó con la cabeza. A ella se le vino el mundo encima y pensó que todo había sido una broma del destino. Ahora tocaba despertar. Al ver que lloraba, su amigo le susurró algo.
-No ha venido. Lo siento, pero se ha quedado ahí.
Ante la alarma de ella, el joven le hizo un gesto para hacerle entender que hablaban más tarde. Horas después, se encontraron destemplados en una habitación de hotel y el amigo se lo explicó todo. Conforme escuchaba, ella se sentía engañada. Nunca se había sentido menos ella misma. Ni siquiera lloró porque hasta eso le parecía un insulto. Una parte de ella lo entendía, pero el dolor de la ausencia era tal que la rabia comenzaba a brotarle. Sólo la incomprensión la taponaba mientras escuchaba atónita las palabras del muchacho.
-Me dijo que te lo hiciera saber. Que había conseguido un vínculo extraño con la isla; ya sabes cómo es... No es el único. Muchos decidieron quedarse porque decían que aquí ya no tenían nada. Lo de él era distinto, porque estabas tú. A pesar de ello, tenía claro que no iba a volver, que su sitio iba a estar el resto de su vida atado a esa isla. Mira... yo lo siento, no sabes lo difícil que es decírtelo, pero mentirte tampoco me parecía bien. Intenta rehacer las cosas, ¿vale? No te mereces estancarte. Pero, escúchame, no te pongas así. A ver... Él lo dijo claro, y no hay más, su vida ahora está en la isla.
Y la suya, la de ella, en parte también. En parte también...
4 comentarios:
Curioso. Esta mañana me he acordado de la conversación (que he olvidado hasta ahora)y al lavarme la cara delante del espejo he pensado que, si volvía, solo lo haría para buscarte y retornar a la isla... O que si no podía salir, te mandaría ir a buscar.
Te haría llamar.
:)
Muy bonito... :)
Hola. bueno, creo que leiste que me retiraba por mueses del blog. No es asi, me acaban de sacar un mes de castigo! :)
Asi que vengo a escribir deves en cuando ahora en vvacaciones!
Espero que estes bien, muchisimas gracias por comentar.
Me gusta mucho la imagen e cabezera.
Ahora estoy algo apurada me han mandado a hacer unas compras.
Cuando vuelva leo tu relato,
un gusto
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