domingo, 2 de enero de 2011

-Buenas noches, pequeñita.
La frase sonó atropellada y el gesto fue algo tosco. Le acarició la parte izquierda de la cara como con prisa, huyendo, sin llegar a deternerse en la mejilla para sacarle lustre a las yemas de sus dedos. Como siempre hacía, lentamente, para desafíar de manera leve al tiempo. Ella se revolvió agitada, pero sonrió, porque en los ojos de él había total sinceridad.

Sin embargo, subió las escaleras hasta su casa algo turbada. Sentía una quemazón en la mejilla, que se quejaba porque también estaba asustada. Tonterías, se dijo. Porque ella misma era tan tonta que creía en las señales, en el lenguaje corporal, en las pequeñas pistas que iba dejando el futuro. Se desvistió en silencio y cuando se soltó el pelo frente al espejo de su cuarto se acarició la cara, con sus manos frías, y en su mente resonó esa frase. Buenas noches, pequeñita.

Y se arrebujó en las sábanas, segura de su voz, y atendiendo a su deseo. Buenas noches. Se durmió sin dificultad, pero esa noche sus sueños fueron grises. Temblorosos. Y temió que ese gesto más bruto de lo normal fuera precisamente una de esas señales, un ápice de destino que se torna premonición en su mente adolescente.

Se despertó contrariada, con ganas de besarle y asegurarse de que no iba a escapar. Se propuso llamarlo, taparse con su presencia y así poder soñar en contraposición a los sueños turbios de la noche. Corrió temprano a su casa, para sorprenderlo. Nerviosa aguardó en su portal a recibir una respuesta que acallara todas las malas voces. De manera involuntaria se echó la mano a la mejilla de nuevo y sintió que su estómago desfallecía.

No lo quiso creer, pero en el fondo sabía que era cierto. Él, dándole la razón a la irracionalidad de un gesto mal repetido, se había ido.

3 comentarios:

Miaka dijo...

Un precioso texto

Anónimo dijo...

No me gusta nada cuando se van. Un beso y precioso texto.

Euforia dijo...

Antes de nada, Feliz año :) me ha encantado, me enganchan tus palabras, y lo hacen de una manera increíble. Los adjetivos, las descripciones...

El final.

Un beso enorme y gracias por todo; este año también será genial para ti.