Los preparativos han sido como volver a los nervios previos a una excursión de la infancia. Luego los gritos en el avión mientras atravesábamos las turbulencias me han llevado a temores superiores y he pensado que adónde estaba yendo. Que qué estaba haciendo. Luego me ha explotado todo este verde y gris en los ojos y aunque las gotas de lluvia me han nublado el ánimo ha vuelto a ocurrir. Entre la hierba, y la lluvia suspendida en el aire, impasible, tentador, imposible de convencer -y menos ahora-: estabas tú.
Dublín día 1.
1 comentario:
los paisajes irlandeses te llenan los ojos y el alma, yo allí pude respirar como no lo hacía desde hace tiempo, buen viaje Elena
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