lunes, 5 de noviembre de 2007

Vosotros, los que leéis, aún estáis entre los vivos; pero yo, la que escribe, habré entrado hace mucho en la región de las sombras. Y es esa profunda certeza la que me oprime el pecho y hace que los suspiros expiren en mi boca. Voy a morir. Lo sé. Y escribo esto por si dentro de muchos años, cuando mi cuerpo no sea más que cenizas enjauladas en podredumbre y ya nadie conserve mi rostro en sus despreocupados recuerdos, alguien decida leer y sea precavido. Que no le pase lo que a mí. Que no crea. Que no enloquezca.

La lluvia golpea con rencor en la ventana que cubre mis temblorosas espaldas, invitándome a descorrer la cortina y que mis lágrimas de horror se mezclen con la tormenta. Pero no puedo, pues mi tiempo se agota y temo que estos latidos que rasgan el silencio y van a hacer explotar mis tímpanos decidan tomarse una tregua y me abandonen. ¡Igual que hizo mi cordura tiempo atrás! Si pudiera surcar los pantanos de mi mente y recordar tiempos en los que dormía tranquila...

Allí está. Noto su presencia y parece que me llama. ¿Cómo adivinó mi nombre? Me pongo a tiritar cuando oigo ese seductor susurro de nuevo colándose entre mis entrañas. Tengo miedo. Un miedo tan puro y tan exultante que sé que va a ser mi último miedo. El más feroz, el más horrendo, el que me arrebate la vida.
Escucho su llamada de nuevo. Me quema, ¡me quema! Y me trae retazos del recuerdo de la primera vez. Qué alma tan inocente. Qué sonrisas tan dulces sabía dedicarle a los demás. Y ahora, los labios agrietados y cicatrices candentes danzando en mi piel, espero el momento en el que el tic-tac que rige mi existencia se agote.

Me llama. Los golpes de esa voz me aprietan la garganta. El frío es palpable pero su presencia me quema. Y se acerca. Lo noto. Lo sé. Igual que sé que estas palabras van a ser mis últimas. Ya noto su aliento en mi nuca. No puedo moverme: temo que si lo hago me clave los ojos, arrancándome el corazón de un soplido. Puedo notarlo leyendo por encima de mi hombro. Las sílabas me astillan, no tengo control sobre mí. ¡Me quema, me quema!

Ya es tarde. La sangre se agolpa en mis sienes. Temo que pose su mano en mi hombro. Ya no susurra mi nombre, pero sigue ahí, disfrutando de mi inercia, de mi miedo. Miedo. Jamás pensé que podría acuchillarme de esta forma.

Ya no llueve. El exterior aparece en calma. Ha dejado de llover igual que se han secado mis lágrimas. Voy a morir. Y sola, loca, sola. Quiero lluvia que me apacigüe pues su presencia me quema, me quema... Pero es tarde. Y ahí está. Aguardándome.

[En cursiva, palabras de Edgar Allan Poe]


PD: Cágome en los dobles intros ¬¬

5 comentarios:

Manuel Arenas dijo...

No he leído el texto, la verdad; porque le escuché en clase aunque solo pillé cachos, pero entendí el texto[supongo].
Andaba en el blog de Ana, vi tu comentario y aquí estoy.
Algo que decir... no sé me ocurre nada.
Bueno supongo que sí: este texto me suena a otro tuyo que leí.
Pero no me hagas mucho caso, mi cabeza últimamente desvaría.

Anónimo dijo...

Poe es ideal para las noches blancas y en vela.

Aparte de ser un maestro, claro está.

Ñaw.

Buenas noches, compañera.
^^

Yuki Ashura dijo...

Running Away.

Yuki Ashura dijo...

Joder.



Jodeeeeeeeeer.


He escuchado tanto de Paco Ibáñez. Tantas canciones. Tanta belleza agolpada en música. Tanto!

No me puedo creer que le conozcas. Es más, no me puedo creer que te guste. Creí que era la única adolescente que temblaba con él.

Y me jode no haberle escuchado cantar el Poema 20. Ah, cómo me fastidia! Y a la vez cómo me ilusiona. Poder descubrir algo nuevo de él. Algo más con lo que temblar.

Pero lo haré. En poco minutos el Ares estará descargando. Oh, ya lo creo que sí. Gracias, linda. Gracias! =*



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¿Física & Química y Matemáticas, eh? Dios, no te imaginas lo bello que suena ahora en mi mente.

No pienses que estoy loca. En serio, todo el esfuerzo que hice el año pasado (vale, lo reconozco, no fue tanto, pero fue) ha merecido la pena. Saqué el curso y mis resultados no fueron tan desastrosos como creía. Es más, creo que hasta fueron buenos.

Y me los quité de encima por mérito propio y este año tuve mi recompensa =D

Así que, niña, esfuérzate ahora que luego llorarás de alegría. No lo digo con ánimo de lucro, ni pretendo que se me vea desde una perspectiva superior por no dar ya esas asignaturas, de verdad =S Que he podido sonar un tanto prepotente o algo, pero de verdad que no. Es sencillamente que ahora me alegro mucho, muchísimo, de haber sacado adelante esas dos asignaturas mortales. Y de haberme esforzado en su justa medida.

Es cierto, no me arrepiento de no haber sacado mayor nota. Y nunca fui mediocre en cuanto a la nota global de las asignaturas, pero entre amargarme con sobresaliente y ser feliz con notas justas... Opté por lo segundo.

Con todo este rollo sólo te quería decir que si no sacas toda la nota que quieres, no te preocupes. El año que viene será agua pasada y no te pesará. Así que no te agobies, que de ahí al suicidio sólo hay un paso y no quiero quedarme sin Elena! xD




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Respecto al examen de Geología... Estás en la misma situación que yo. O parecida. El jueves hice mi primer examen de Bachillerato, de Filosofía. Dos temas del cual el primero era una puta mierda y el segundo era precioso, pero escueto y enrevesado. Conclusión: Suspenso colectivo seguro. Aún no nos han dado la nota, pero es algo que ya sabemos todos xD Mantenemos la esperanza de que por ese suspenso colectivo se digne a repetirnos el examen.

Y, ¿sabes qué? Paso un kilo del estrés. Lo cual no quiere decir que no me importa, porque es justo lo contrario. Me quitaré todas las horas de sueño que sean necesarias y no pienso dejar que eso me afecte. Dormiré un rato por las tardes si hace falta, lo justo para que los deberes me salgan guays. E intentaré sacar la mejor nota posible en cada examen. Y los que suspenda, los repetiré. Ya sea en una recuperación inmediata, en un trabajo o en septiembre. O en el curso que viene, si tengo que repetir.

De verdad, he tomado las decisiones -por primera vez en mi vida- con determinación. No le veo sentido a ciertas conductas por las que he pasado siempre x}

Así que estáte tranquila. Que si orientas tu camino hacia un sentido, vas a se caminar por ahí tardes lo que tardes.




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Joder, qué extraña me he puesto xD

Estoy feliz ahora mismo aunque llevo unos días raros con Djinn xD




Elenuchi! Me matarás un día por llamarte así.


Dejo esto ya.


Besurrios! ^^



PD: El blog no se peta! =D

Ana dijo...

Me encanta. Pero eso ya lo sabes, así que no merece la pena subrayarlo más.

Sabes hacer que la gente se inquiete, que esa paz interior, que tendría que ser fruto de la tranquilidad y bienestar, aparezca en el momento más amargo; cosa que me encanta en todas las historias, ese toque ambiguo.

Es una historia corta, como requería el relato; ¿Y qué más se puede pedir en un texto así?