El martes cumplí años. A algunos no os veía desde Nochevieja. He ido de propio a ver si os veía pero no ha podido ser, así que nos hemos marchado mientras las manos que me sujetan os decían "os llamamos luego." Os hemos llamado luego. Ya os habíais marchado.
En el Duende ha sonado el cumpleañosfeliz de rigor, el de siempre. Pero el bar estaba vacío. Hugo ha sonreído y Astrid cantaba en bajito. Rubén sonreía pero sé que por dentro seguía encendido de rabia. Porque me había visto llorar de decepción, al comprobar cómo mi mente se había equivocado. Porque pensaba, sin más, que bajo el cúmulo de circunstancias al principio descritas tal vez vosotros también quisiérais pasar la noche conmigo, tanto como yo deseaba pasarla con vosotros. Porque el martes cumplí años. Y a algunos no os veía desde Nochevieja.
Sin embargo, la canción ha sonado fría en el bar. Porque ya os habíais marchado, y lo peor es que ni siquiera os dais cuenta de vuestros actos.
1 comentario:
Aunque me duela reconocerlo sí que ha sonado incluso tétrica la canción.
Deseaba explotar...
Pero ni te hemos dejado sola ni lo estarás :)
Te quiero, Bruja.
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