Y aquí estamos, un año después; pienso mientras mi respiración se normaliza. Como si fuéramos los protagonistas de una comedia de enredos y acabara de terminar la temporada con un final apoteósico.
Y aquí estoy; pienso mientras te miro con los ojos llenos. Con esa película fina y transparente que recubre las pupilas cuando están mirando de verdad.
He sentido que se abría en mi pecho una grieta que irradiaba luz. Justo en ese momento en el que me revolvía e inspiraba fuerte tus últimas palabras, mientras te abrazaba con fuerza, como si no hubiera otro alimento que tu cuerpo y mis ojos no supieran funcionar sin tus ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario