martes, 26 de abril de 2011

No suelo decir nunca que nada va a durar siempre, pero si tengo la misma sensación veinte veces en un día y hasta sueño con ello, tiene que ser por algo. Un peso a cargar siempre, no con la misma intensidad, irá remitiendo, pero sin irse. Como uno de esos puntos que al echar la vista atrás se ven más oscuros. Tiene todo otro regusto, desfiguro cada frase, escucho el eco de cada gesto en el tiempo como fallido por mi parte y resurgido de pronto como si fuera nuevo, se me tuerce la sonrisa, el corazón se acelera. Fue en parte mi culpa. Y ahora se va a quedar ahí, apareciendo de vez en cuando en una pesadilla, encogiéndome el pecho. Como una de esas heridas que, las cures con lo que las cures, nunca llegan a cerrarse del todo.

4 comentarios:

Ogro dijo...

En su momento yo creí lo mismo. Pero no es así. No si sacas partido de ello, si se intenta ser más sabio.

Un abrazo de ogro, bru.

PD: Smile :)

Soñadora Empedernida dijo...

Creo que no hablamos de la misma situación... Pero gracias por el comentario, siempre se agradece.

Arctos dijo...

Como comenta el señor Ogro: a veces es bueno tener presente esos puntos del pasado para que no se repitan en un futuro.
Va bien el estudio?
Un beso :)

Yonseca dijo...

Y mientras en este mundo sigamos siendo humanos, tenemos el derecho (casi el deber) de equivocarnos. Eso del mundo perfecto sería un coñazo.

Un abrazo, Soñadora. Buena suerte con los exámense