La vida puede componerse de muchos pedazos que quedan a nuestro alcance. No queremos creerlo cuando nos hallamos enfadados con nuestra condición y nuestras circunstancias, pero es así. Un banquete de momentos que podemos tomar o no según queramos o mantengamos los ojos abiertos. Tienta mucho la negación, la pereza, la carencia de esfuerzo.
No obstante muchas veces soy débil, y es tan sencillo añorar tiempos mejores... Tiempos de rutina amada, de palabras ajenas y propias, de poder compartirlo todo en esencia. Tiempos fáciles, porque mi vida era la mitad; la otra mitad se hallaba contigo.
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