miércoles, 13 de febrero de 2008

Creía que lo tenía todo. Pero ha contemplado sus manos y las ha visto agrietadas y pálidas, absolutamente sedientas de algo que no alcanzaba a comprender. Pero si ella lo tenía todo... ¿Por qué esta sensación desértica en sus adentros? ¿De dónde viene ese silencio que apaga incluso el llanto? Qué falta. ¿Qué te falta cuando crees tenerlo todo? Se palpa el rostro y hace escala en sus ojos. Ciegos de ver perfectamente el vacío durante tanto tiempo. También creía que iban a servirle para abrirse paso, rasgando con un parpadeo las lianas que dificultaran el camino.

Creyendo aún que lo tiene todo, quiere sentirse libre y se da cuenta de que ya no lo tiene todo. Porque quiere más. Pide al aire que abanique sus sentidos sin distracciones revestidas de gris. Vuelve a desear que la espuma del mar la conduzca. ¿O tal vez nunca lo ha hecho?
Anhela libertad. Aunque piensa que ya la ha saboreado, no se da cuenta de que aún tiene que conocerla. De palpar su olor y cubrirlo con la saliva que se aloja en su boca. No sabe que tiene que sentirse vacía para iniciar el viaje. No se da cuenta de que, además de saber que algo le falta, tiene que procurar no echar de menos ese todo que le llena de regocijo cuando sigue repitiendo que lo tiene todo.

Aguarda en silencio mientras su alma se descongela, para llenarla por dentro y provocar que se sienta vacía. Pero ni siquiera sabe que ésta también anhela libertad. ¿Se dará cuenta de sus gemidos? Quizás solamente piense que le ha sentado mal la comida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo una hora inmensa de tecnología para poder leer todos lo que tengo atrasados ^^

Lo quieras o no, sabes que eres una artistaza, y este blog lo demuestra, viciosa empedernida =)

Bss.

Anónimo dijo...

Me encanta el final del relato. Es como un "abre los ojos". O no, no sé, me ha dado esa impresión.

Cómo se nota que no soy crítica literaria.


Te leo...

salu2

Yuki Ashura dijo...

Yo también te leo.

Aunque últimamente no escribo mucho.

Nada.


=*