Parece que estaban en desventaja, pero no es así: tenían el mundo entero por descubrir. Su empeño en darle vida a imágenes en las que antes nadie había reparado les llevó a ser pioneros en construir poco a poco un arte que hoy conocemos gracias a ellos. Todos ellos se arriesgaron y fueron unos locos al pensar que podría funcionar... Pero todos consiguieron que su nombre permaneciera en la Historia, aunque el final de sus días lo pasaran deambulando por Montmartre, vendiendo golosinas, dejada atrás la gloria y casi sin que nadie reparara en el que había sido conocido, y sigue, como Mago de Montreuil. El mundo en que vivimos está limitado en la realidad que podemos palpar, pero el cine lo hace infinito.
Tú eres Caligari.
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