martes, 29 de mayo de 2018

Puente y café.

- No lo sé, chicas –intervengo por fin–. En parte estoy de acuerdo con vosotras, pero… 
- La culpabilidad no debe de servir de nada más allá de ser un motor para solucionar conflictos, Mónica –me corta Marta. 

Vaya frase más redonda. Pablo la mira, entre la admiración y la sorpresa, quiero pensar, y parece estar sin palabras. Alberto y él están siguiendo la conversación, intentando seguir el ritmo. 

- ¿Pero? –reflota mis palabras Aitana. 

- Pues que sigo sin hacer nada. Y me da mala gana hasta quejarme. Porque, ¿qué derecho a quejarme tengo si no hago una mierda por salir de esa rutina que tanto critico? 

- Ya –me concede Marta–. ¿Has pensado en dejar tu trabajo?

(...)

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